Una vez que el cuero ha sido curtido (ya sea con taninos, cromo o sulfuros), se somete a varias etapas adicionales para prepararlo para su uso final. Aquí es donde entran las ceras naturales y parafinas:

1. Acondicionamiento y protección. Después del curtido, el cuero puede ser áspero y seco. Las ceras, como la cera de abeja y la de carnauba, se aplican para acondicionar el cuero, haciéndolo más suave y flexible. Además, estas ceras crean una capa protectora que ayuda a resistir la humedad y las manchas, prolongando la vida útil del cuero.
2. Acabado estético. Las ceras también juegan un papel crucial en el acabado estético del cuero. La cera de carnauba, conocida por su alto brillo, se utiliza para dar una terminación lustrosa y elegante. Esta capa no solo mejora la apariencia del cuero, sino que también proporciona una protección adicional contra el desgaste.
3. Impermeabilización. Las parafinas, como la parafina refinada y semirrefinada, se utilizan para crear una barrera eficaz contra la humedad. Esto es especialmente importante en productos que estarán expuestos a condiciones ambientales adversas. La parafina refinada mejora la textura del cuero y prolonga su durabilidad, mientras que la parafina semirrefinada mantiene el cuero flexible y evita que se seque o agriete.
4. Acabado uniforme. La parafina microcristalina se emplea para proporcionar un acabado uniforme y duradero. Su capacidad para proteger el cuero asegura que el producto final mantenga su apariencia y funcionalidad a lo largo del tiempo.