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Apicultura

La cera de abeja es uno de los productos más esenciales y tradicionales dentro de la apicultura. Producida naturalmente por las abejas obreras para construir los panales, este recurso no solo es vital para las colmenas, sino también para los apicultores, que lo emplean para optimizar el manejo de las abejas y la producción de miel.

Láminas de panal

Uno de los principales usos de la cera de abeja en apicultura es la fabricación de láminas de panal. Estas láminas se colocan dentro de los cuadros de las colmenas y proporcionan una base estructurada que facilita a las abejas la construcción de celdas.

El uso de láminas prefabricadas permite a las abejas ahorrar tiempo y energía, ya que no tienen que producir la cera para construir los panales desde cero. Esto se traduce en una mayor producción de miel dentro de la colmena.

Recubrimiento protector

La cera de abeja también se utiliza como un recubrimiento natural y protector de los cuadros y otros elementos de los apicultores. Así se protegen las superficies de la humedad y el desgaste natural que pueden sufrir con el tiempo. Además, al ser un material biodegradable y no tóxico, es completamente seguro para las abejas y no interfiere con la calidad de la miel producida.

Mantenimiento de colmenas

En apicultura, la cera de abeja también juega un papel importante en el mantenimiento general de las colmenas. A lo largo del tiempo, las colmenas y los cuadros pueden sufrir desgaste o roturas. En estos casos, la cera de abeja se puede usar para reparar daños menores en la estructura de los panales o en los cuadros, para asegurar la estabilidad de la colmena y la continuidad en la producción de miel.

Además, a medida que los panales envejecen, los apicultores pueden retirar la cera vieja y reemplazarla con cera nueva. Este proceso de renovación ayuda a mantener la salud de la colmena y evitar que las celdas viejas afecten la producción de miel o la cría de abejas.