La parafina se usa también en cosmética, construcción, recubrimientos, textiles, electricidad y más.

Parafinas refinadas y semirrefinadas

Según el proceso de refinación (eliminación del aceite) al que son sometidas, las parafinas se dividen en distintos tipos, con propiedades diversas. Las parafinas refinadas son conocidas por su alta pureza, su excelente brillo y por ser inodoras. Resultan muy resistentes a la oxidación y tienen un muy bajo contenido de aceite: son las parafinas más duras. Por otra parte, las parafinas semirefinadas tienen un contenido de aceite mayor, por lo que su dureza es menor. Presentan un olor característico y su color puede ir del cristalino al blanco opaco. Se las considera un buen sustituto de las parafinas refinadas, de mayor costo y pureza. Por último, también existen las parafinas microcristalinas, que se caracterizan por tener un añadido de compuestos químicos que les brindan flexibilidad y adhesión a diversas superficies. Según sus componentes pueden ser suaves y flexibles o duras y quebradizas.

Paramedic

Entre las múltiples aplicaciones de la parafina, tal vez la más interesante sea la utilización de este material en tratamientos de fisioterapia. A través de la aplicación de parafina sobre áreas del cuerpo que presentan rigidez o dolor, se logra aumentar la circulación de la sangre en la zona y relajar los músculos.

La terapia con parafina funciona por la flexibilidad del material y su capacidad para retener el calor. Al mismo tiempo, la humedad que se forma junto a la piel humecta y nutre sus capas más profundas.