PARAFINAS Y DERIVADOS
Por sus propiedades hidrófugas, antioxidantes, lubricantes y aisladoras, entre otras, las parafinas están presentes en numerosas industrias, como la agricultura, la fabricación de velas, los alimentos, la electrónica, el caucho, y más. Sin embargo, no todas las parafinas son iguales.
Las parafinas son ceras sintéticas derivadas de hidrocarburos y sometidas a procesos de refinación. De acuerdo a su grado de refinamiento, se dividen en refinadas y semirefinadas.
Las parafinas semirefinadas se caracterizan por tener un contenido de aceite que va del 1% al 5%, un porcentaje más elevado que el de las refinadas. Por otra parte, al estar sometidas a menos procesos de refinamiento, por lo general su color no es totalmente blanco y presentan un olor característico. Este olor, sin embargo, puede suavizarse en algunos casos mediante procesos de desodorización.
Por todo lo mencionado, comparadas con las parafinas refinadas, las parafinas semirefinadas tienen una calidad levemente inferior. Sin embargo, antes de optar por una o por otra, es conveniente analizar el objetivo y producto final, para utilizar el material más competitivo en términos su relación precio-calidad.
¿Parafina refinada o semirefinada?
Al momento de decidir entre comprar una parafina refinada o una semirefinada, es importante tener en cuenta la aplicación. En algunos usos es imprescindible utilizar parafina refinada de primera calidad, como en las industrias alimentaria, cosmética y farmacéutica. Para ello contamos con parafinas aprobadas por la Farmacopea Europea, como la Parafina refinada 66-69 °C P-600.
Por otra parte, existen numerosos usos industriales que no requieren de una parafina con ese grado de pureza, tales como las emulsiones para tableros de aglomerado, el relleno de cables eléctricos, o la fabricación de antiapelmazantes o hidrofugantes para fertilizantes. En todos esos casos, resulta mucho más conveniente utilizar una parafina semirefinada de buena calidad, como nuestra Parafina semirefinada 52-55 °C.