Colorante para velas Negro

Los colorantes en la historia

La historia de los colorantes para velas se remonta a la Antigüedad, cuando las civilizaciones egipcia y romana comenzaron a experimentar con pigmentos minerales y vegetales para teñir las ceras naturales de sus velas. 

A lo largo de los siglos, esta práctica evolucionó, y en la Edad Media, se importaban colorantes de diversas regiones. En el Renacimiento, se popularizaron tintes más elaborados y variados. Con la Revolución Industrial, surgieron los colorantes sintéticos, lo que dio lugar a una explosión de opciones en cuanto a colores y tonalidades.

Colorantes modernos: resistencia y facilidad de uso

En la actualidad, la fabricación de velas se benefició de los avances tecnológicos. Los colorantes modernos para velas se formulan de manera especial para resistir la degradación durante todo el proceso de producción y quemado de las velas. 

Esto garantiza que los colores se mantengan intensos y vibrantes a lo largo del tiempo, sin perder su fuerza original.

Nuestros colorantes se presentan en diversas formas: microesferas, escamas y perlas. Su versatilidad y capacidad de mezcla permiten obtener una distribución uniforme del color en la vela, más allá del tipo de cera que se utilice: parafinas, cera de soja, ácido esteárico (estearina vegetal) o gelatina transparente.

Teoría de la colorterapia

La colorterapia, también conocida como cromoterapia, es una práctica que utiliza colores para influir en el estado emocional y mental de las personas. Cada color tiene un efecto único en la mente y el cuerpo. En el caso del negro, se asocia con la introspección, la protección y el equilibrio.

El negro es un color que a menudo representa el misterio y la elegancia. En la colorterapia, se cree que puede ayudar a crear un ambiente de serenidad y protección en el espacio. Las velas negras suelen utilizarse tanto en prácticas energéticas como para lograr ambientes sofisticados a través de la decoración.